Reiwa, es el nombre que se ha elegido para la nueva era imperial de Japón y se adhiere a la costumbre de la nomenclatura establecida, ya que comprende dos caracteres kanji, rei y wa, y es fácil de leer y escribir.
Pero también supone una ruptura con siglos de tradición a la hora de elegir los nombres para estos periodos, ya que, por primera vez está inspirada en un poema de la literatura clásica japonesa, en lugar de en una fuente china.
Los Kanjis o caracteres han sido tomados de una estrofa de un poema sobre las flores del ciruelo que aparece en Man’yoshu, la colección más antigua existente de poesía japonesa, compilada aproximadamente en el S VIII.
Si nos situamos en este contexto literario , los kanji pueden traducirse como “afortunado” o “auspicioso”, y “paz” o “armonía”.
Sin embargo, en Japón también ha habido cierta controversia con el anuncio, ya que también puede parecer que el nuevo nombre tiene algunas connotaciones autoritarias. Ya que el primer carácter también significa “orden”, y suele figurar en todas las palabras japonesas que se utilizan para realizar anuncios oficiales y la relacionadas con la ley. El segundo Kanji también representa “Yamato”, una antigua palabra que para Japón tiene connotaciones militaristas.
El país ha adoptado casi 250 eras desde que se inició el sistema gengo en el siglo VII. En el pasado, los emperadores cambiaban los nombres de la era en mitad de sus reinados para así tratar de fomentar un espíritu de renovación después de desastres naturales o crisis, pero más recientemente, sólo se ha utilizado el nombre de una sola era para marcar el reinado completo de un monarca. El emperador de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, hoy en día se conoce en Japón no como Hirohito, sino como el emperador Showa.
Según el primer ministro de Japón, la nueva era debe abarcar el orgullo por la historia y las tradiciones del país junto con la esperanza para el futuro.
Lo cierto es que el próximo 1 de Mayo es el final de una era en Japón, ya que el emperador Akihito abdica el trono y el Príncipe Heredero Naruhito asume la monarquía hereditaria más antigua del mundo, iniciando la nueva era “Reiwa”.
La figura del emperador es exclusiva de Japón. Ningún otro país del mundo la mantiene. Este sistema ofrece a los ciudadanos una “existencia muy simbólica”. Muestra la continuidad y el sentimiento de afinidad y el hecho de que el país forma una comunidad. Pero no tiene un papel político en absoluto.
Está prohibido por la constitución japonesa que el emperador tenga un papel político. Por lo tanto, el tipo de impacto real es algo difícil de medir, pero como figura simbólica, el emperador siempre es importante, y el cambio del emperador es, por supuesto, muy importante.
Cada emperador ha tenido su propia era, y cada uno de ellos ha tenido también su propio nombre. La definición de una era “Te dice dónde naciste y qué tipo de vida has experimentado”. La era actual, Heisei, que ha abarcado casi tres décadas, ha sido definida por muchos desafíos: una economía lenta, una población que envejece, el desastre nuclear de Fukushima en 2011. Por ello, muchos ven la próxima era Reiwa como un nuevo comienzo.
Según Toshihiro Nakayama “Japón está en una fase de búsqueda de su propia alma en estos momentos: la economía estalló; otros países de la región están aumentando su poder, como China o Korea; Tenemos algunos problemas domésticos. Entonces, queríamos buscar un nuevo punto de partida sobre el que anclarnos … cómo vemos el futuro desde nuestros poemas japoneses tradicionales y antiguos “.
Definitivamente, Es un momento muy bueno para mirar hacia atrás, a la era pasada y avanzar hacia la era venidera. Japón puede mirar a Heisei con orgullo, y a la nueva era Reiwa con esperanza.
Durante la ya casi terminada era Heisei, Japón floreció. Fue una era de paz. El poder cambió de manos varias veces. El país comenzó a ser conocido por su gran herencia cultural y su poder tecnológico y no solo por sus productos manufacturados baratos. La vida comenzó a estar mucho menos regimentada.
En los últimos años las mujeres han avanzado mucho en materia laboral pero las políticas relativas aún tienen mucho camino por recorrer. Las reformas liberales han sido aprobadas y se han detenido, en gran parte, algunas de las reglas antiguas heredadas del Siglo XIX.
La nueva era Reiwa será un nuevo desafío. Se destacan tres cuestiones. La primera es definir el lugar de Japón en el mundo, atrapado entre Estados Unidos y China. Japón debe buscar toda la paz posible que sea compatible con la libertad y la democracia. La segunda es la relativa a la inmigración. La posibilidad de que Japón se enfrente a una mayor apertura en esta nueva era y pueda convertirse en una nación multiétnica y multicultural va a ser todo un desafío para el país. La tercera y subyacente a las otras dos, es el envejecimiento de la población. En la era Reiwa Japón será un país muy anciano. Encontrar una manera para que los jóvenes puedan forjar su propio camino es quizás la tarea más importante y difícil para Japón en los próximos años.
Sin embargo, Japón tiene un récord del que puede estar orgulloso: Ha sido un país que durante mucho tiempo buscó en los modelos extranjeros para aprender y lograr el éxito y el desarrollo social, con lo que en la última Era se convirtieron en un modelo de éxito en si mismos. Por lo tanto, dejemos que la nueva era comience! Tal vez sea esperanzadora y, de nuevo, un modelo a seguir en muchos aspectos.